Hubo un tiempo en el que los jugadores soñábamos con que algún día los juegos serían tan reales como una película. Actualmente es el cine el que envidia al videojuego y si hay un estudio que merece un reconocimiento, sin duda ese es Naughty Dog.
Durante los últimos años han sido varios los desarrolladores que han buscado cautivar el ojo y el corazón del jugador creando experiencias cinematográficas basadas en complejos sistemas de decisiones integrados en largas cinemáticas, personajes de apariencia casi real y elaborados argumentos con ramificaciones que pueden conducirnos a distintos finales. Algunas de estas obras han cosechado éxito y son calificadas como auténticas películas interactivas, obras como Until Dawn, Beyond: Two Souls, Heavy Rain, o The Walking Dead son algunos nombres destacables junto al impulso de las recientes walking stories.
Sí, efectivamente, hay muchas formas de jugar e interactuar en una historia y hay que jugar a toda clase de juegos pero no hay que olvidar que nosotros somos jugadores, jugadores de verdad, y preferimos disfrutar de la capacidad de descubrir una historia interactuando sobre ella mediante un control tradicional a que nos limiten el movimiento o nos recluyan a la simple tarea de pasear, pulsar un botón o activar una palanca cuando nos lo ordenan.